La primera vez: Víctor

Víctor (23/05/2022)

Hace poco fue mi primera vez haciendo nudismo. Hacía tiempo que quería bañarme en una playa nudista completamente desnudo, pero me daba un poco corte desnudarme con mucha gente alrededor, sobre todo porque me frecuentan mucho las erecciones espontáneas. Así que un día, después de quedar con los amigos, me dirigí a la playa nudista de mi ciudad y me bañé desnudo al anochecer, cuando había menos gente. Caminé hasta el final de la playa, no había nadie desnudo, y en su mayoría eran pescadores, pero me quité la ropa sin pensarlo mucho y me fui directo al agua.

Fue en la Playa de Sant Simó: Una playa que me pareció ser mucho más tranquila que el resto de playas de Mataró, sobre todo más que la abarrotada playa del Varador. Y aunque los trenes pasaban a pocos metros de mí, se respiraba una inmensa paz.

A pesar de que fui algo cobarde de bañarme cuando la playa estaba casi vacía, creo que para ser mi primera vez empecé con buen pie. El hecho de estar sin ropa en un lugar público fue muy especial para mí y ahora cuando leo otras experiencias sobre el nudismo cobran más sentido después de haberlo vivido.

Lo que me fascinó de practicar el nudismo fue el poderme mostrar como mi yo más puro, siendo solo yo y nada más. Además de lo mágico que fue poder bañarme, jugando con las olas, caminando con torpeza por la orilla y flotando en el agua bajo la oscuridad de la noche, todo ello estando desnudo, como si volviese a la infancia.

Puedo decir que fue una experiencia maravillosa, estoy muy feliz de haberla probado y espero atreverme a repetir algún día a plena luz del día.

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