Queridos amigos y vecinos,
Estoy contento de haber tenido ocasión de encontraros recientemente y de pasar a forma parte de vuestra comunidad. Me gustaría poneros al corriente de algo en mi vida que siento que deberíais conocer, algo de lo que quiero que os enteréis por mí, antes que por otras personas.
Soy naturista. Eso significa que me gusta estar desnudo, y que soy partidario de la desnudez como un medio para conseguir algunas metas muy loables, como la aceptación de nuestros cuerpos, la mejora de las relaciones entre las personas, y la lucha contra actitudes malsanas como la vergüenza y la falta de autoestima. También significa que simplemente disfruto sin ropa de lo que hago en mi tiempo libre, como nadar, pasear y otras actividades divertidas.
Es normal que la gente se plantee preguntas respecto al naturismo. La mayoría de nosotros ha crecido sin saber qué es el naturismo, y mucho menos siendo naturistas. Muchas personas oyen hablar del tema por primera vez de forma indirecta, a través de rumores y opiniones de terceras personas. Algunos confunden naturismo con exhibicionismo, voyeurismo o intercambio de parejas. Como resultado, hay mucha confusión sobre lo que es eso del naturismo.
Podría hablar durante todo el día sobre el naturismo, pero intentaré haceros un breve resumen, responder algunas preguntas y animaros a seguir hablando del tema conmigo.
El naturismo tiene una historia tan larga como la de la propia humanidad. Nuestros ancestros también apreciaron el placer de bañarse desnudos. Los nativos que nos precedieron en este continentei usaban muy poca ropa, en caso de usar algo; lo que se ponían era para protegerse de los elementos. Perdimos el contacto con esta forma de vivir debido a la creciente industrialización del mundo occidental y a la separación de la naturaleza que esto conllevó.
En el periodo entre las guerras mundiales empezaron a aparecer clubes en Alemania y Francia, y eventualmente la idea naturista llegó a América. Se formaron clubes en los que la gente podía ir a deshacerse de las presiones y los problemas del mundo exterior a la vez que de sus ropas, y volver a la naturaleza, esperando volver a conectar con algo que se había perdido con la Revolución Industrial.
No todo el mundo comprendió ni apoyó a estos primeros naturistas. Algunos moralistas y fanáticos amenazaron a muchos grupos naturistas en la primera mitad del siglo XX. Pero a pesar de sus esfuerzos, el naturismo (o nudismo, como también se le llama a veces en los EEUU), continuó creciendo.
A medida que América se convirtió en una nación más consciente socialmente en la década de los 60, se empezó a ver el naturismo como un fenómeno social que podía usarse para promover nuevas formas de respeto por los demás, por el medio ambiente y por nosotros mismos. Empezaron a aparecer playas «libres» (o sea, nudistas), y eventualmente, el naturismo empezó a tomar forma como movimiento social.
Hoy en día, hay más naturistas que nunca. Algunos simplemente disfrutan de actividades recreativas, mientras que otros son más activos en los aspectos social, político y cultural. Como muchas otras grandes comunidades, el naturismo se ha convertido en una suerte de «gran paraguas» bajo el que están floreciendo numerosas ideas y actividades.
Así que, ahora que ya tenéis algo de información, hablemos de mí. ¿Por qué soy yo naturista? Bien, quiero ser parte de ese gran paraguas que acabo de describir. He comprobado que disfruto de la libertad de estar desnudo, de la amistad y camaradería de mis compañeros naturistas, y de la oportunidad de ser parte de algo que creo que tiene un gran potencial para cambiar el mundo.
¿Has dicho «cambiar el mundo»? ¿Cómo es eso?
Considerad el estado del mundo actual: Muchos de nosotros nos convertimos en islas, nos aislamos de los demás, y no intentamos formar parte de nada mayor que nosotros mismos.
A muchos de nosotros no nos gustan (o incluso nos disguntan) nuestros cuerpos. Pensamos que somos feos, gordos, o poco atractivos para los demás. Las imágenes que aparecen en los medios de difusión mostrando estándares de belleza inalcanzables refuerzan estos sentimientos negativos.
No utilizamos la ropa para propósitos prácticos, sino para clasificar a otros y a nosotros mismos. Los uniformes no sólo denotan estatus, también sirven como un medio para separarnos de personas que tienen un estatus diferente.
El naturismo responde a todas estas cuestiones de una forma saludable y productiva. El naturismo nos anima a asociarnos con otros. A muchos de nosotros nos hace felices estar desnudos a solas; el naturismo nos reta a compartir esa felicidad con otras personas de todas las edades, géneros, culturas, tonos de piel, y cualquier otra cosa que nos hace diferentes.
El naturismo nos anima a respetar y aceptar nuestros cuerpos. Cuando estamos desnudos con otras personas, podemos ver que no somos anormales, y que hay belleza en todos los cuerpos.
El naturismo nos anima a relacionarnos con las personas como personas, no como uniformes. Elimina distinciones artificiales entre clases y nos permite realmente llegar a conocernos unos a otros por quienes somos, no por lo que llevamos puesto.
Aunque estos efectos sociológicos son maravillosos, para mí, la mejor razón para ser un naturista es que simplemente, ¡es divertido! Por ejemplo, la mayoría de nosotros se ha quejado en un momento u otro de los bañadores. No se ajustan bien, no nos dan buena imagen, y son incómodos cuando están húmedos. En el naturismo, nunca tienes que volver a ponerte bañador, y si alguna vez te has bañado desnudo, ya sabes lo bien que se siente uno. Lo mismo ocurre con el senderimo, o los deportes, o incluso simplemente tomar el sol en un bonito día. Todas estas cosas resultan infinítamente más cómodas, vigorizantes y divertidas sin ropas innecesarias de por medio.
Quiero discutir un tema que es la causa de muchos de los malentendidos relacionados con el naturismo, y ese tema es el sexo. La mayoría de nosotros crece y vive su vida desnudándose sólo con un propósito higiénico o sexual. Por lo tanto, podemos sentirnos incómodos con la desnudez fuera de nuestros propios baños o dormitorios. Es habitual para esos que se sienten incómodos con el naturismo asumir que lo que más les interesa a los naturistas es ver a otras personas desnudas.
Para ser muy claro: El naturismo no tiene nada que ver son el sexo en público, el exhibicionismo, el voyeurismo, la pedofilia, el abuso o cualquier otra forma de comportamiento sexual. La desnudez y el sexo no son una misma cosa. Considerad las connotaciones sexuales de los bañadores modernos (muchos bañadores ahora dejan al descubierto tanta piel que incitan a la lujuria por ese poquito que no alcanza a verse). En las instalaciones naturistas, simplemente vamos desnudos, y no creamos una atmósfera sexual en torno a esto.
Pensadlo en estos términos: reconoced que el naturismo es algo con lo que los niños disfrutan realmente. Cualquiera que haya intentado mantener a un pequeño vestido lo sabe. Y por lo tanto, queremos que nuestras actividades naturistas sean adecuadas para familias, y cualquier tipo de atmósfera sexual lo impediría.
Si el naturismo no tiene nada que ver con el sexo, y no tiene que ver con ensuciarse, entonces, ¿qué hacemos cuando estamos juntos? Disfrutamos de muchas de las mismas actividades que vosotros. A los naturistas nos gustan los deportes y las actividades al aire libre, como nadar, jugar al balón bolea, y pasear, montar en bici, acampar e ir en canoa. Pero, sobre todo, nos encanta reunirnos con otros naturistas.
Hay muchos clubes sociales naturistas por todo el país y el mundo. Algunos tienen propiedades privadas en las que los naturistas pueden disfrutar en libertad; otros visitan playas, caminos y otros lugares públicos en que la desnudez es aceptada. Las organizaciones naturistas como la Sociedad Naturistaii patrocinan encuentros anuales, con actividades para todos los gustos, incluída la discusión sobre asuntos naturistas, sesiones de estrategia política, y un montón de actividades sociales y divertidas. Yo personalmente he disfrutado de la oportunidad de hacer magníficas amistades de todo el mundo en encuentros naturistas (muchas de las cuales son personas a las que probablemente nunca me hubiera encontrado en mi vida diaria).
Con esta carta no intento reclutar a nuevos naturistas, aunque me haría feliz si así fuera. Pero espero que os haya dado una idea de quiénes somos los naturistas, qué queremos, y por qué sentimos la necesidad de hablar. Si tenéis preguntas sobre el naturismo, por favor, no dudéis en preguntarme. No sólo es algo con lo que disfruto, sino algo que yo apoyo, y espero que comprendáis que yo no formaría parte del naturismo si no pudiera darle mi apoyo incondicional.
Los naturistas queremos las mismas cosas que la mayoría de los colectivos: ser apreciados y respetados por lo que hacemos, y que se piense en nosotros de forma favorable y comprensiva. Si hay algo que yo pueda hacer para ayudaros a entender, por favor, decídmelo. Lo estoy esperando.
Este artículo apareció por primera vez en la revista Nude & Natural 23.3 (2004).
Notas del traductor
i: El autor se refiere a Norteamérica.
ii: La Sociedad Naturista (The Naturist Society) es la asociación que publica la revista en la que aparece el artículo. Puedes encontrar más información sobre esta asociación tras la biografía del autor, donde se habla de la revista Nude & Natural.
Autor: Mark Cornick
Mark Cornick es colaborador habitual de la revista N (ver más abajo), así como de la TNS y la AANR desde hace años. Entre otras labores, mantuvo la página de preguntas frecuentes del grupo rec.nude, fue editor del boletín de noticias del grupo de solteros creado por la Sociedad Naturista, y ha contribuido con numerosos artículos a la difusión del estilo de vida nudista.
Actualmente vive en la zona de Washington DC. Profesionalmente, se dedica a la informática, y también es un personaje conocido en el ámbito del desarrollo con Ruby on Rails y como administrador de sistemas Linux/UNIX.

Revista N
La revista N (Nude & Natural) es una publicación cuatrimestral de The Naturist Society (La Sociedad Naturista). Destaca notablemente en su campo, y ofrece a sus lectores un contenido que incluye noticias de actualidad, comentarios y revisiones en profundidad, e informes sobre centros naturistas locales y extranjeros.
The Naturist Society es una asociación fundada por Lee Baxandall en 1980, y lleva más de veinte años promoviendo y protegiendo el naturismo, fundamentalmente en los Estados Unidos de América. Tiene miles de socios de norteamérica y del extranjero, de todo tipo, desde nudistas de toda la vida hasta el recién llegado a una playa o a un centro nudistas. Es una asociación abierta a cualquiera que esté interesado en el ocio naturista y familiar.
Esta asociación está comprometida desde sus comienzos en la difusión del nudismo, e intenta proporcionar la información más precisa y actualizada a los nudistas, el público en general y legisladores sobre la diversión tan natural y sana que supone el nudismo. Para ello ha creado organizaciones sin ánimo de lucro especializadas en asuntos legales (Naturist Action Comittee) y educativos o divulgativos (Naturist Education Foundation). El asunto de la aceptación del propio cuerpo se considera seriamente en esta asociación. El cuerpo se ve como lo que es: un regalo de la naturaleza, digno y merecedor de respeto, sin importar la forma, el tamaño, la edad o el color. Todo se resume en el lema de la asociación: la aceptación del cuerpo es la idea, y el ocio nudista es el camino. Puedes obtener más información (en inglés) sobre la revista y la asociación en la web de The Naturist Society: http://www.naturistsociety.com/.

Documento traducido al castellano por Paco Zapata y reproducido con permiso del propietario de los derechos de autor.