Dante (05/05/2010)
Hola, cómo han estado. Ya habrán leído una de mis anécdotas, pues les quiero contar lo nuevo. Dudé un poco, pero al fin le conté a mi esposa que soy nudista, pero no se molestó, sólo se impresionó por la noticia. En fin, decidí intentar hacer el nudismo en casa, pero con mi hijo ahí, dudé un poco. Pero un día me decidí. Mi esposa se levantó temprano y se fue a la oficina. Yo me levanté unos minutos después. Como mi hijo dormía hasta más de día, me lo quité todo y salí del cuarto, y caminé así por la casa durante un rato, lo que es mejor cuando no tienes vecinos. Pasé la mañana así. Luego, sin darme cuenta, mi hijo despertó. Yo estaba cocinando el desayuno por lo que tenía puesto el delantal para no quemarme, por lo que al oir que bajaba, me di vuelta para que no viera que estaba desnudo bajo. Yo le puse el desayuno sin que se diera cuenta y me preguntó por qué no tenía la camiseta y le dije que hacía calor. Despacio, salí de la cocina y me coloqué unos shorts que estaban en la sala y volví. Despues, como a las ocho estaba vestido y me iba a bañar, él se dio cuenta y como siempre se quitó la ropa y fue a mi cama y empezó a saltar en la cama. Yo me quedé en calzoncillos, como cuando me baño con él y empezamos a pelear como juego. De repente, él viene por detrás y me baja los calzoncillos y de repente me deja desnudo. Yo, para que no parezca algo malo, me levanto con una sonrisa y cojo la toalla tratando de cubrirme disimuladamente, pero al fin y al cabo no es malo que me vea así según lo que he leído en su página, por lo que dejé la toalla y fui desnudo. Nos bañamos y salimos. Pasé todo el día así junto a mi hijo. Incluso salí a dar un paseo por la playa con él. Volví, pero sin darme cuenta llegó mi esposa. Pero no fue la gran, tal vez continúe así.
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