Pablo (31/05/2005)
El jueves, aprovechando que tenía algo de trabajo en Barcelona, cargué la bici en el coche.
Cerca de las cinco, liberado ya de mis compromisos, me reuní con Jacint y salimos desnudos a andar en bici por el centro de Barcelona. La idea era llegar a las piscinas Picornell, para lo cual debimos recorrer Sants, Plaza España, la fira, y varios otros sitios que en ese momento estaban muy concurridos.
A pesar de ello, la inmensa mayoría de los transeúntes no se mostraban afectados por nuestra presencia. Algunos expresaban su sorpresa con comentarios jocosos, otros (muy pocos) hacían notar su desagrado. A pesar de la gran concurrencia, no tuvimos ningún altercado.
Cuando ya transitábamos por la bici-senda del Parc de Montjuic, nos detiene un patrullero de los Mossos. Sería largo detallar lo acontecido allí. Baste decir que a pesar del calor, los agentes debieron pasar casi 40 minutos encerrados en la patrulla, en diálogo con sus superiores, tratando de encontrar alguna justificación para su intervención. Finalmente se despidieron de nosotros, pidiéndole a Jacint que no se quitase el bañador hasta que ellos se alejasen.
A partir de ese momento, muy cansado por el viaje, el trabajo y la tensión, decidí seguir con el bañador puesto. No así Jacint, que ya está bastante entrenado :-).
Finalmente llegamos a las piscinas Picornell. Luego de unos minutos de espera, llegamos al mostrador para comprar las entradas. Una de las chicas de la ventanilla le solicitó a Jacint que se cubriese los genitales. A lo que él le informó de su (nuestro) derecho. No sabiendo como proceder, llamó al director de la institución.
A partir de este momento y durante más de media hora, estando Jacint desnudo frente a la taquilla de entrada de la piscina, mantuvieron un amable diálogo en el que finalmente el director le dijo que no le negaría el acceso, pero le pidió que le permitiera consultar con sus superiores.
Es de destacar que a esta hora las Picornell están sumamente concurridas. Muchísimos jóvenes entraban y salían sin que se haya producido ni el más mínimo incidente. Por el contrario, en varias ocasiones algún joven se acercó a Jacint e interrumpiendo el diálogo con el director le solicitó un ejemplar del tríptico.
Satisfechos con nuestra labor y a la espera de una mención explicita de reconocimiento del derecho por parte de las autoridades de la piscina, dimos por concluido el día y regresamos a mi hotel a brindar por los éxitos.
Saludos.
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